Caso de la OMC
En 1998, luego de que Estados Unidos no había logrado cumplir con sus obligaciones adquiridas bajo la Declaración de Panamá y el Acuerdo sobre el Programa Internacional de Conservación de Delfines (APICD), México presentó un reclamo contra los Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio, argumentando que la política estadounidense utiliza una norma “dolphin-safe” para el Océano Pacífico Oriental Tropical (POT) y una norma totalmente diferente para el resto del mundo, incluidas áreas donde pesca la flota de EE.UU.
En mayo de 2012, la Organización Mundial del Comercio (OMC) decidió que la política de Estados Unidos es discriminatoria porque crea una distinción ilegítima enfocada en un método de pesca sostenible de atún en una pesquería (el POT) mientras ignora datos y evidencia científica irrefutable del daño que se está causando a los delfines en el resto del mundo. De acuerdo con la OMC, esto menoscaba los objetivos declarados de la política de proporcionar información completa y precisa a los consumidores acerca de los efectos sobre los delfines durante la captura de atún que lleva la etiqueta “dolphin-safe”.
En realidad, con la excepción del POT, la etiqueta “dolphin-safe” utilizada en EE.UU. no otorga ninguna certificación acerca de mortalidad o heridas a delfines durante la captura del atún, aunque de hecho ocurre mortalidad muy significativa. Además, no proporciona ninguna certificación de observadores independientes de que no se encerraron delfines para capturar el atún – sólo la auto-certificación de capitanes de buques de pesca con intereses económicos especiales.
En su decisión, la OMC declara: “Ciertas condiciones ambientales en el POT son únicas [pero] los riesgos que enfrentan las poblaciones de delfines en el POT no lo son”. En adición, la OMC criticó duramente el hecho de que la actual etiqueta “dolphin-safe” de EE.UU. no considera la mortalidad causada por métodos de pesca utilizados fuera del POT. La OMC hizo notar que “el atún capturado en esta área sería elegible para la etiqueta oficial de EE.UU., aún si delfines de hecho hubieran muerto o resultado seriamente heridos durante el viaje”.
