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Temas clave

La verdad sobre el etiquetado

Originalmente diseñado para proteger a los delfines de los peligros de métodos específicos de pesca, el sistema actual de etiquetado “dolphin-safe” de EE.UU. ignora los delfines muertos fuera del Océano Pacífico Oriental Tropical (POT) así como la muerte de otros tipos de vida marina en las pesquerías de EE.UU. y las pesquerías internacionales por medios que se consideran “dolphin-safe”. Contabilizados como “captura incidental”, tiburones, tortugas, aves marinas, peces picudos e innumerables atunes juveniles mueren en masa durante el proceso de pesca y son arrojados de regreso al mar. Los consumidores estadounidenses no tienen forma de saber cuánta captura incidental causó el atún que están comiendo.

Además, la prohibición arbitraria de métodos de pesca específicos por parte de los Estados Unidos, que es apoyada por grupos de interés económico como Earth Island Institute, aleja a los pescadores de atún hacia aguas internacionales menos reguladas, donde la pesca y la captura incidental son escasamente monitoreadas por observadores independientes y todo se vale en la pesca. Tiburones, tortugas y atunes juveniles son atrapados y mueren allí. Miles de delfines mueren también. Sin embargo, el atún capturado en esas aguas bajo esas condiciones regresa al mercado estadounidense y se vende con la etiqueta “dolphin-safe”.

Sostenibilidad

De acuerdo con la ley de 1990, ciertos métodos de pesca fueron prohibidos por el Congreso de Estados Unidos porque resultaban en tasas altas de mortalidad de delfines. Los avances en las técnicas de pesca, la tecnología y la capacitación durante las siguientes dos décadas han llevado a prácticas pesqueras verdaderamente sostenibles, especialmente comparadas con las que existían en 1990. Sin embargo, algunos grupos con intereses especiales con fines de lucro continúan ignorando las preocupaciones ambientales sinceras relacionadas con proteger los delfines y el ecosistema marino. Los tiburones, las tortugas y los peces pequeños son tan vitales para el ecosistema marino como los defines. Sin embargo, sus poblaciones han sido totalmente diezmadas por métodos de pesca mal llamados "dolphin-safe", incluidos los dispositivos agregadores de peces, conocidos como “plantados”.

Comercio

Los esfuerzos de sostenibilidad ambiental son críticos y complementarios para la salud global y el desarrollo económico. Implementar normas ambientales inteligentes y estrictas para el comercio internacional de productos como el atún es la única manera de asegurar que trabajadores de la pesca sean excluidos por prácticas injustas disfrazadas de ambientalismo.

Más del 97% de las pesquerías del mundo se encuentran en los países en desarrollo, haciendo a los encargados especialmente vulnerables a la destrucción ecológica y la injusticia económica. Los industrialistas y la enlatadoras en los países desarrollados como EE.UU. dependen del pescado capturado en esas áreas para suplir producto de calidad y mantener precios alcanzables para los consumidores.

A través de su decisión de 2012 sobre el etiquetado “dolphin-safe” de EE.UU., la Organización Mundial del Comercio (OMC) se puso de parte de los ambientalistas y los defensores de los consumidores. La OMC opinó que las normas que hacían la pesca del atún más amigable a los delfines en 1990 no la han hecho más amigable a los delfines o al ecosistema dos décadas después. Los consumidores estadounidenses merecen acceso a alternativas más saludables y sostenibles, especialmente en vista de que “dolphin-safe” en realidad NO significa que delfines (u otras especies acuáticas) no fueron perjudicados en la captura del atún que lleva esa etiqueta.

Tuna Truth Squad